Con tantos residuos que reciclar en casa, a menudo es difícil llevar la cuenta de todo. Sin embargo, hay algunos consejos que pueden ayudarnos a hacer más fácil la tarea de reciclaje de residuos y cumplir así nuestro compromiso de salvar el planeta de la mejor manera posible.
El primer paso: antes de reciclar
El primer punto, y la base de todo, es no producir más residuos de los estrictamente necesarios. Para ello, hay que comprar con cabeza y seguir estas recomendaciones: – Compra sólo lo que necesites. Compre sólo lo que necesite. Los “por si acaso” no suelen ser necesarios. Reducirlos supondrá menos desperdicio y menores gastos. La mejor manera de evitar comprar más de lo que necesita es planificar con antelación, hacer una lista de lo que necesita para llenar su cesta y ceñirse a ella cuando compre.
Utiliza el menor plástico posible: probablemente ya lo hagas, pero es importante que recuerdes llevarte la ropa o bolsas reciclables de casa. Despídete de las pajitas y otros objetos cotidianos de plástico que son totalmente innecesarios.
En general, consume de forma responsable: por ejemplo, opta por bombillas LED y mira las etiquetas cuando compres. Los electrodomésticos deben ser lo más eficientes posible desde el punto de vista energético. Si quieres contribuir al medio ambiente, elige siempre los que tengan etiqueta A.
Compra productos locales y de temporada para evitar largos desplazamientos y almacenamiento. Tu contribución es mucho más importante de lo que crees.
¿Cómo podemos tener contenedores diferentes?
Nuestra labor de reciclaje acaba en la tintorería, pero empieza en casa. Es importante que dispongas de distintos contenedores para separar los residuos de uso más frecuente:
- Orgánicos: restos de comida biodegradable y otros residuos orgánicos.
- Vidrio: botellas, tarros, latas, etc. Al contenedor verde.
- Plástico: envases de plástico, bricks, envases de aluminio, etc. Todo ello va al contenedor amarillo.
- Papel y cartón: envases de cartón, cajas, papel, periódicos, revistas, etc. Al contenedor azul.
- Otros: ropa y textiles, medicamentos, pilas, etc.
- Veamos algunas ideas: Empecemos por esta original propuesta para separar los residuos en cajas.
También podemos utilizar un mueble, cuya misión pasa totalmente desapercibida cuando cerramos sus puertas. En cuanto a las cajas de cartón, podemos darles una segunda oportunidad para guardar todo tipo de objetos, por ejemplo la ropa en los armarios.
¿Y si cambiamos por completo el aspecto de una caja vieja?
Con un poco de cuerda, tendremos una caja muy elegante, sobre todo si la forramos por dentro. ¡Una idea genial! También puedes pensar si puedes hacer algo útil con el vidrio antes de tirarlo. Por ejemplo, estas curiosas macetas con botellas… … o mini jardines con suculentas, las plantas de moda, en macetas de cristal.
Compartir la importancia del reciclaje
De nada sirve esforzarse si el resto de la familia no es consciente de la importancia de reciclar. Normalmente, los más difíciles de “convencer” son los niños. Pero si lo hacemos divertido, seguro que se convierten en nuestros mejores aliados. Lo primero que hay que hacer es explicarles por qué deben reciclar y cómo hacerlo correctamente. Podemos hacerlo con un cartel diseñado por nosotros, explicativo, claro y que despierte su curiosidad.
También podemos implicarles en nuestras actividades de manualidades. Con botellas de plástico podemos hacer estas divertidas macetas, y así también aprenderán a cuidar de un ser vivo y a ser más responsables. Con un poco de imaginación, y unos tubos de cartón reciclado pegados entre sí, pueden tener sus juguetes perfectamente ordenados.